De verdad que es matador ir a trabajar con un catarro. En mi caso, me afecta mucho a nivel respiratorio, y claro, cuando llego a casa, intento pasar un rato con mi hijo. Sin embargo, es complicado porque además de la hora, el pobre ya está cansado y con sueño.

Anoche logré estar con él una hora y algo. Espero que con el tiempo pueda disfrutar más tiempo contigo durante la semana, ya que vivir a las afueras de la ciudad y trabajar prácticamente en el centro me quita casi dos horas y media al día solo en transporte público.

Te quiero, hijo.